Cuando terminé mis estudios en Tigard, Estados Unidos, supe que quería dedicarme a lo que me apasiona: la Medicina Estética.

Me recibí como médica especialista en dermatología en la Universidad de Buenos Aires, e hice mi residencia en el Hospital Argerich.

Una vez terminada la residencia, decidí afrontar el desafío de trabajar como dermatóloga en el Hospital Saint Louis, en París, donde pude perfeccionarme en las mejores técnicas y tratamientos para lo que yo quería hacer: atender a mis pacientes en mi consultorio.

Hoy, hace ya más de 10 años que me dedico todos los días a brindarle a mis pacientes la mejor atención para su piel y alcanzar su máximo potencial de belleza.